En 1979, Marco regresa a Roma, su ciudad natal. El diseño de los Estudios de Roma era totalmente diferente al de la escuela milanesa de diseño. Con su tradición barroca y artística, Roma se convirtió en el punto de referencia de los Emiratos Árabes y el Medio Oriente. Marco adaptó su diseño a las exigencias del mercado, manteniendo una coherencia con su estilo único, pero revisitando lo que había podido ver en París en los grandes creadores de las artes decorativas de 1925. La riqueza de materiales ahora vestía sus creaciones. Así fue como fundó su empresa, Domus Aurea, haciendo referencia a la fastuosa residencia del emperador romano Nerón. Usaba cueros, raíces de madera, bronce y alabastro, además de seda como materiales principales.
En esos años, desde 1979 a 1983, nacieron los impactantes diseños de grandes dimensiones como la mesa baja Alhambra de bronce y alabastro, la cama Marrakesh en seda y las sillas Knossos en seda pintada.
Las piezas eran únicas o en series pequeñas de 3 o 4 ejemplares, como el bar motorizado Gizah y la silla Creta en cuero de anilina rosada.
Las piezas hacían referencia a la arqueología y a las leyendas, como el acuario Atlantide o la chaiselongue Pompei, a veces fotografiadas en escenarios de la Roma Antigua o en el patio de la antigua Galleria Sangiorgi.
Los objetos y las lámparas en alabastro estaban totalmente hechos a mano en los talleres de Volterra. Ahí, en tierra de Toscana, Marco, viviendo con la gente de estas antiguas ciudades históricas, empezó a sentirse atraído por el material más escultórico del mundo: el mármol.
