Como se dijo anteriormente, Marco se sintió atraído por esas artesanías milenarias del norte de la Toscana. Después de haber descubierto Volterra, siguió explorando y llegó a Pietrasanta, donde en los años 80 había un gran fervor artístico y podías cruzarte con talleres realizando obras de Moore, Miró, Chadwick y Botero. En Carrara, caminando por las mismas canteras donde los romanos y siglos después Miguel Ángel habían escogido sus bloques, tomó la decisión de crear nuevas colecciones íntegramente de mármol. Es así que realizó muebles inéditos, modernos pero en mármol, como el famoso sillón Olimpo, el escritorio Incorporated o las mesas Moon y Towers. Al utilizar patas acrílicas lograba que los tableros de mármol se vieran ligeros, casi flotando en el aire.
Sillón en cuero y mármol de Carrara Olimpo, mesa en azul Macauba y bloques de plexiglás.
Así nacieron Toblerone, la librería tótem en mármol de Carrara, y el escritorio de piedra fósil Incorporated, además de parlantes de altas prestaciones acústicas.